domingo, abril 10, 2005

Camp de Tarragona: entre la industria y el ocio

Conozco bastante bien el Camp de Tarragona, y creo que se halla ( o se hallará pronto ) ante la necesidad de dar repuesta al dilema que se plantea con su modelo de desarrollo: ocio o industria.

Desde los planes de desarrollo, se favoreció la implantación de industrias químicas y de refino, con una de las principales refinerías del país como referencia y motor de desarrollo de la zona, dando trabajo a no pocas famílias de la provincia hasta nuestros días. Unas buenas infraestructuras portuarias, relativa lejanía de pero a la vez proximidad a Barcelona, fueron motivos que reforzaron el modelo, entre otros.

Pero, fruto de los planes de desarrollo también, empezaron a llegar los turistas a la Costa Dorada, utilizando en estas últimas décadas la antigua base militar de Reus ( ahora aeródromo ) como puerta de entrada del turismo de masas que demandaba el modelo de ocio de sol y playa. Los tiempos cambian, y ahora toca según parece revisar ese modelo, cuyo punto de inflexión marcó ( quizá ) la llegada de Port Aventura, la mayor inversión de ocio en mucho tiempo.

Resultado actual: tenemos una industria turística en consolidación, que ha seguido creciendo, y que ha diversificado ( y seguirá haciéndolo, no hay opción ) su oferta de ocio; y todo ello al lado de uno de los complejos petroquímicos más grandes del país ( y, dicho sea de paso, a sólo 80 km de 4 reactores nucleares, bueno, 3 y medio porque uno se estropeó .... ). Un buen pulso, ¿no creen?

Acaba de inaugurarse hace poco una atracción de caída libre desde los 100 metros de altura. A prueba de valientes !!!! Quizá no haya mejor observatorio ( desde el Dragon Khan también se apreciaba algo ) para poder observar lo cerca que está toda esa industria de que les hablo ( que desde la autopista no se aprecia tanto, no se crean ... ) de los lugares de ocio. Les invito a que lo comprueben ( les aseguro que no me patrocina la empresa !).

Mi opinión es que ambas industrias, la del ocio y la petroquímica, son incompatibles a largo ( y quizá a medio ) plazo. No ya tanto ( que también ) por temas medioambientales, o de limpieza de playas, o de riesgos potenciales ( todo el mundo pasó miedo hace años cuando un atentado estuvo a punto de explosionar los gigantescos depósitos de productos inflamables.... ); se trata de una cuestión de estética. Se habla de que Costa Dorada será en el futuro lugar de residencia de muchos europeos y segunda y primera residencia de autóctonos. ¿De verdad les gustaría tener a esas horribles estructuras férreas tan cerca de sus casas con jardín?.
Hace algún tiempo éste fue un tema de conversación entre ( no lo sabía ! ) familiares de trabajadores de la petroquímica, y recuerdo que el final de la conversación fue tenso. Cierto es que el déficit estructural actual de capacidad de refino ( mundial ) va en su favor para la permanencia más prolongada de estas infraestructuras, pero las presiones en el otro sentido van a ser crecientes. Y desde luego, no favorecen en absoluto la imagen idílica de una Costa Dorada para vivir y descansar al lado del mar.
El coste social, económico y político a corto plazo va a ser enorme para la comarca, pero creo que en un mundo globalizado, y más competitivo y deslocalizado, la industria tiene las de perder. El tiempo dirá, pero en este caso, nosotros sí lo veremos. Opiniones por favor.

1 Comments:

Blogger Dr F said...

Como hijo de la zona (aunque desplazado laboralmente)y asiduo visitante de fin de semana, el futuro del Camp de Tarragona (incluyendo el triángulo Tarragona-Reus-Valls) a nivel económico pasa por desequilibrar esa incompatibilidad sector industrial-sector servicios, pero el presente está indefectiblemente ligado a las petroquímicas. El puerto de Tarragona, una vez el de Barcelona le ha fagocitado el negocio rentable (los contenedores), es y será un puerto de salida de materias químicas producidas o refinadas en la zona, puesto que el futuro como puerto de embarque de la automoción está limitado a que esta no se deslocalice de Valencia y Zaragoza. Asimismo, la entrada de cruceros turísticos es muy limitada. Por otra parte, crece la oferta inmobiliaria de turismo de golf y segunda residencia, que compite en consumo de agua y energía con las petroquímicas, pero no tanto como para que ests se muestren amenazadas. Lo único que puede provocar su marcha es la deslocalización, que ha hecho que las inversiones previstas de Basf se redujeran drásticamente. Esto es una oportunidad para los políticos y entidades financieras locales/regionales, que darían la talla si llevasen el éxito de Port Aventura más allá de lo que es hoy, apostando por equilibrar las posibilidades de desarrollo del territorio. En Montroig, el Club de Golf tiene previsto un crecimiento de 10.000 viviendas en 10 años (que incluyen un Hilton ressort en sus instalaciones con gran capacidad de atracción del tipo de turismo que huye de otras zonas paradisíacas asoladas por desastres y enfermedades), pero el aeropuerto de Reus es una infraestructura infradotada, que necesita apoyo político y económico(¿hubiese sido mejor apuesta que terceras pistas del Prat?). Por cerrar el tema, la red de carreteras y ferrocarriles de la provincia debería apostar por la ampliación de accesos y la llegada de trenes de cercanías desde Barcelona más allá de Sant Vicens/Calafell (solo 60 km), como pasa hacia el norte de Catalunya. Parece que las comarcas de Girona tienen más atractivo desde Barcelona, aunque con el cambio de forma de voto, los tripartitos pueden dejar a los que vivan fuera del area metropolitana en fuera de juego definitivo. Lo del AVE es un fenómeno tan risible (para en tantos sitios que nunca podrá alcanzar la velocidad prevista, aun y reparando las desgracias provocadas en la era Alvarez Cascos) que no merece más atención que la que ya tiene: al menos que llegue entero a Tarragona, Barcelona y Girona y de ahí a Francia. Ya dá lo mismo lo que tarden, pero al menos que no pare en Reus, Valls, Aeropuerto de Barcelona, etc. porque es perder la oportunidad de hacer que los visitantes hagan enlaces en los que pueden dejar dinero en el territorio (que es el objetivo). En resumen, que "el més calent és a la aigüera", o lo que es lo mismo, "the best is yet to come"...

1:12 a. m.  

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